El sistema familiar no solamente lo forman los familiares vivos.
Al sistema familiar lo tenemos que contemplar en su totalidad como una unidad.
Los ancestros, los abortos, las exparejas y los miembros que hemos excluido también forman parte del sistema y tienen su influencia.
Cada vez que excluimos a una persona de nuestro corazón, estamos desequilibrando nuestro sistema aunque aparentemente no lo veamos.
Lo que sí apreciamos, son los conflictos con los miembros vivos del sistema.
Podemos ver su sintomatología, los patrones repetitivos que manifiestan o las enfermedades que sufren de una generación a otra.
Al ser una unidad es inevitable que compensemos muchas cosas que han hecho nuestros ancestros puesto que al no haber sido sanado producen desajustes.
Es frecuente encontrar a muchos miembros del sistema complacientes incluso que sufren abuso de poder (bulling) en el colegio o moving en el trabajo compensando el abuso de poder que cometieron los ancestros en el pasado.
Si hablamos de 4 o 5 generaciones atrás podemos imaginar la cantidad de muertes, secretos, asesinatos, hijos no reconocidos, violaciones, suicidios que tenemos sobre nuestras espaldas.
La mayoría sin haber sido sanadas y por lo tanto afectándonos directamente.
Muchos ancestros no han podido morir en paz, bien porque han muerto con rabia, culpa, tristeza, angustia, secretos o dolor en sus corazones, por no sentirse parte del sistema o no sentirse reconocidos.
Por ejemplo, los abortos, se harán visibles para los miembros vivos, a través de diversas sintomatologías o conflictos.
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