
Nadie quiere sentirse como un impostor en el trabajo. Pero la verdad es que el síndrome del impostor es algo real. Parece además, que es más frecuente entre las mujeres. El síndrome del impostor se convierte así, muy a menudo en el síndrome de la impostora. De hecho, según un estudio encargado por Access Commercial Finance en Reino Unido, dos tercios de las mujeres consultadas lo habían experimentado alguna vez en sus vidas. Si alguna vez te sentiste que no pertenecías a un lugar o que no merecías tu trabajo, debes saber que no eres el único al que le ha pasado.
Para poder combatir este fenómeno psicológico es importante primero entender qué es el síndrome del impostor. El síndrome del impostor es una sensación de inseguridad relacionada con los logros laborales. Puede que te sientas como un impostor porque no crees merecer tu trabajo. A menudo, el síndrome del impostor te hace sentir como si estuvieras engañando a tus compañeros de trabajo para que piensen que eres bueno en lo que haces y tienes la percepción de ti mismo como si fueras un fraude.
Aunque el síndrome del impostor no está tipificado como un trastorno psicológico clínico, muchas personas lo padecen. La expresión fue creada en primer lugar por Pauline Clance y Suzanne Imes en 1978. Las dos autoras hicieron además una indagación mayor sobre el síndrome de la impostora, es decir, cómo afectaba el síndrome del impostor especialmente a las mujeres. Así, ese mismo año publicaron el artículo: El fenómeno del impostor en mujeres de alto rendimiento: dinámica e intervención terapéutica ('The imposter phenomenon in high achieving women: Dynamics and therapeutic intervention'). En el libro, publicado en 1978, se entrevistó a 150 mujeres de alto rendimiento que habían sido reconocidas formalmente por su excelencia profesional. Sin embargo, muchas de estas mujeres creían que su éxito se debía a la suerte o que sus logros eran exagerados.
Estos sentimientos de impostor no solo afectaron a las mujeres de la década de 1970, están presentes, incluso hoy en día, en todo tipo de profesionales y personas de alto rendimiento.
¿Por qué se produce el síndrome del impostor?
El síndrome del impostor es un fenómeno psicológico que afecta a individuos que, a pesar de lograr éxitos y reconocimientos evidentes, dudan de su propia competencia y sienten que no merecen sus logros. Este fenómeno puede atribuirse a diversos factores, como la autoexigencia desmedida, el perfeccionismo, comparaciones constantes con los demás y el miedo al fracaso. Además, las personas que experimentan el síndrome del impostor a menudo subestiman sus habilidades y tienden a atribuir sus éxitos a la suerte o a factores externos, lo que contribuye a la persistencia de este patrón de pensamiento autodestructivo.
¿Cómo se cura el síndrome del impostor?
Combatir el síndrome del impostor implica un proceso de autoreflexión y cambio de patrones de pensamiento negativos. Algunas estrategias efectivas incluyen:
Reconocimiento y aceptación: Admitir la existencia del síndrome del impostor es el primer paso crucial. Aceptar que es una experiencia común y que no estás solo en esto puede aliviar parte de la carga emocional.
Hablar del problema: Compartir tus sentimientos con amigos, familiares o colegas de confianza puede ayudar a desmitificar el síndrome del impostor y proporcionar perspectivas externas.
Desafiar pensamientos negativos: Identificar y cuestionar pensamientos autodestructivos es esencial. Analiza críticamente tus logros y reconoce tus habilidades y esfuerzos como contribuciones legítimas.
Establecer metas realistas: Ajustar tus expectativas para que sean alcanzables y realistas puede reducir la presión y la ansiedad asociadas con el síndrome del impostor.
Busca apoyo profesional: Consultar con un psicólogo o terapeuta puede ser beneficioso para abordar las causas subyacentes del síndrome del impostor y desarrollar estrategias específicas para superarlo.
Celebrar logros: Aprender a celebrar tus éxitos y reconocer que tus logros son resultado de tus habilidades y esfuerzos, no de la suerte, es esencial para cambiar la mentalidad asociada con el síndrome del impostor.
¿Cómo saber si tienes síndrome del impostor?
Puede que quizá tengas dudas sobre si tienes el síndrome del impostor o tal vez simplemente estés experimentando falta de confianza en ti mismo. Los síntomas del síndrome del impostor pueden ser los siguientes:
- Sentir que solo has llegado a donde estás hoy por un golpe de suerte, y no por tus habilidades o capacidades.
- Basar tu autoestima en la forma en que percibes tus propias habilidades.
- Sentir que necesitas ser un perfeccionista para producir un trabajo satisfactorio.
- Sacrificar tu propio bienestar para realizar más trabajo.
- Dudas de tus propias capacidades y no crees que hayas llegado hasta dónde estás por ellas o por tu valía.
- Sentirte solo, o la necesidad de aislarte, para que nadie descubra tu “secreto”.
- Deterioro de tu salud mental como resultado del exceso de trabajo y el agotamiento .
Sentir que, en cualquier momento, alguien se va a “dar cuenta” de que no eres tan competente como pareces ser, especialmente cuando no hay pruebas de que ese sea el caso.
Si te sientes identificado con alguna de estas sensaciones, no eres el único. De hecho, casi dos tercios (62 %) de los trabajadores del conocimiento de todo el mundo manifestaron haber experimentado el síndrome del impostor.
Todo tipo de personas experimentan el síndrome del impostor. El síndrome del impostor tampoco es exclusivo de los empleados que recién comienzan su carrera profesional. Los empleados que tienen puestos de mayor jerarquía tiene mas probabilidades que el promedio de experimentar el síndrome del impostor.
Tipos de síndrome del impostor
Además de las mujeres, lo padecen especialmente personas que están en puestos de gran responsabilidad y, a menudo, personas con una carrera profesional de éxito. De hecho, las autoras Élisabeth Cadoche y Anne de Montarlot, en su libro “El síndrome de la impostora“, explican que a mayor éxito de las personas, más dudas de lo que se ha conseguido. Así, este fenómeno psicológico aumenta y persiste cuantos más logros alcanza la persona y se alimenta de continuos pensamientos negativos acerca de estos grandes logros.
La especialista en el síndrome del impostor, doctora Valerie Young, estableció 5 tipologías o grupos de personas más propensas a padecer el síndrome:
El experto
Las personas que padecen este síndrome del impostor suelen estar buscando continuamente cursos y certificaciones. Estas personas suelen sentir miedo por no contar con todos los conocimientos necesarios para afrontar su trabajo.
El individualista
Las personas que padecen este tipo de síndrome del impostor evitan pedir ayuda. Creen que al pedir ayuda están siendo peores en el ejercicio de su trabajo.
El perfeccionista
Este tipo de síndrome se caracteriza por un sentimiento de insatisfacción constante con el trabajo realizado. Este sentimiento a menudo genera ansiedad y altos niveles de estrés.
El genio
Si piensas que debes saber de todo y ser experto en todo, y tu autoexigencia se expande a casi cualquier disciplina, entonces puede que este sea tu caso. Las personas que sufren este tipo de síndrome del impostor sienten que no son buenas en nada.
El superhéroe o superheroína
Estas personas sienten la necesidad constante de hacer más que los demás y mejor. Necesitan demostrarse que pueden con todo e incluso con parte del trabajo de los demás para sentirse bien con ellos mismos.
Características del síndrome del impostor
Todas las personas experimentan el síndrome del impostor de manera ligeramente diferente, pero entre las características comunes se incluyen las siguientes:
- Dudar de uno mismo
- No ser capaz de evaluar de manera realista tus propias habilidades y competencias
- Atribuir tu éxito a factores externos, como la suerte. Sientes que no mereces tu éxito.
- Tener miedo de no ser lo suficientemente bueno
- Sabotear tu propio éxito inconscientemente
- Estar desconectado de los miembros del equipo
- Ser perfeccionista
- Exceso de trabajo y agotamiento
- Ponerte una vara tan alta que es imposible de alcanzar
- Baja autoestima
- Sentir un miedo intenso al fracaso
- Disminución de la confianza en uno mismo
- El síndrome de Burnout es una de las consecuencias habituales del síndrome del impostor.
En 1985, la Dra. Pauline Rose Clance llevó su investigación sobre el síndrome del impostor un paso más allá y publicó la primera escala para medir el síndrome del impostor, a la que llamó la escala del fenómeno del impostor de Clance (CIP, por sus siglas en inglés). En la escala se mide el síndrome del impostor en seis dimensiones:
- El ciclo del impostor
- La necesidad de ser especial o el mejor
- Características de superhombre o supermujer
- Miedo al fracaso
- Negar las capacidades propias o restarles importancia a los elogios
- Sentir miedo y culpa por el éxito
¿Qué es el ciclo del impostor?
El ciclo del impostor describe la naturaleza circular de los sentimientos del impostor. Comienza cuando se le asigna una tarea. En este punto, el individuo con síndrome del impostor experimenta ansiedad y duda de sí mismo. Estos sentimientos conducen a la procrastinación o al perfeccionismo.
El síndrome del impostor durante la pandemia
La situación de pandemia de 2020 fue única y sin precedentes, y además provocó un aumento del síndrome del impostor. De hecho, el 47 % de los trabajadores del conocimiento de todo el mundo manifestaron que los sentimientos de síndrome del impostor aumentaron en 2020. Sentirte aislado de tu equipo mientras trabajas desde casa o de forma descentralizada es algo normal.
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